
Por: Dennis Márquez
Representante por el PIP
Publicado en periódico Metro
13 enero 2017
He dicho antes que el desarrollo económico de un país no puede ser impulsado mediante el empobrecimiento de sus trabajadores y trabajadoras. La inmediata y nefasta consecuencia de la aprobación de una ley, como la propuesta de "transformación y flexibilidad laboral en Puerto Rico" será el despojo de derechos históricos a miles de trabajadores y trabajadoras que ya sufren el impacto de una crisis fiscal-económica que no crearon; ysi le añadimos las determinaciones de la Junta de ControlFiscal que con sus acciones arbitrarias y regresivas agravarán el bolsillo y la calidad de vida de todos los puertorriqueños, particularmente la casi extinta clase media y trabajadora.
La propuesta "reforma laboral" del "nuevo" Gobierno contiene aspectos indignos al ser humano trabajador y nos retrotrae de golpe y porrazo al Siglo 19. Entre las disposiciones de dicha Ley subrayamos las siguientes:sustituye por "en un día calendario", el periodo de 24 horas consecutivas para el cálculo de las horas extras, eliminando para todos los efectos prácticos las horas extras diarias; permite turnos de más de 5 horas de trabajo sin ingerir alimentos; elimina el pago de horas extras los domingos y días feriados; liberaliza las leyes laborales; se "coloniza" la interpretación de las leyes laborales con leyes y decisiones federales; destruye el concepto de despido constructivo; reduce brutalmente la indemnización por despido injustificado; reduce las cuantías en reclamaciones de daños por discrimen, hostigamiento sexual y represalias, así como el término de reserva de empleo a trabajadores lesionados; invierte el peso de la prueba en los casos de despido en contra del empleado; flexibiliza el concepto de contratista independiente de forma tal que se pueda utilizar para que la persona no tenga prácticamente derechos como empleado.
Pero el afán de privilegiar a los sectores económicamente poderosos y allanarse a las políticas neoliberales de la Junta de Control Fiscal no se limita a lo anterior. Como si todo lo antes descrito fuera poco, la ley propuesta se ensaña contra los jóvenes que van a entrar a la fuerza laboral, aumentando el periodo probatorio de 3 meses a 1 año y 6 meses, bajando en un 67 % el bono de navidad yreduciendo también sustancialmente las licencias de vacaciones y días por enfermedad. Con su discurso proclaman ser aliados de nuestros jóvenes pero imposibilitan su desarrollo y potencial con acciones como esta, que probablemente forzarán a otros miles dejóvenes puertorriqueños a emigrar en su etapa más productiva.
Con la propuesta Reforma Laboral, el país y los trabajadores nos enfrentamos a un "paquetazo neoliberal" diseñado a la medida de la Junta de Control Fiscal que con la excusa de hacernos más competitivos resultará en un país más pobre, con menos calidad de vida y que fomenta la expatriación de su nueva generación de trabajadores y trabajadoras. Llegó el momento, de enfrentar esta desacertada política pública antes que sea demasiado tarde.