San Juan, Puerto Rico. 7 de mayo de 2018. - En reunión celebrada hoy en La Fortaleza, el presidente del Partido Independentista Puertorriqueño, Rubén Berríos Martínez, propuso al Gobernador Ricardo Rosselló un Plan de Acción Política que culminaría con una votación en la que el pueblo puertorriqueño exija la eliminación de la Junta de Control Fiscal y reclame al Congreso el inicio de un proceso descolonizador.

“Le he propuesto al Gobernador un Plan de Acción Política que culmine con la celebración de una consulta electoral especial que le permita al pueblo puertorriqueño expresarse de manera clara y contundente exigiendo la eliminación de la Junta de Supervisión Fiscal y reclamando la puesta en marcha en el Congreso de un proceso descolonizador que culmine con una votación en Puerto Rico entre las alternativas no coloniales ni territoriales que los proponentes de las diversas fórmulas logren acordar con el Congreso luego del proceso de negociación correspondiente. El PIP hubiera preferido que ese mandato surgiera inicialmente de una Asamblea de Status pero ante la gravedad de la situación, el liderato político del país que esté comprometido con esos dos objetivos fundamentales, el fin de la Junta de Control, y la puesta en marcha de un proceso descolonizador en el Congreso, no debe esperar más sino gestionar lo antes posible un mandato masivo”, puntualizó el líder independentista.

El licenciado Berríos propuso además como parte del Plan de Acción gestionar una reunión formal con el Presidente de los Estados Unidos y con el liderato bipartidista del Senado y la Cámara de Representantes de Estados Unidos; comparecer conjuntamente ante el Comité de Descolonización de la ONU y otros foros internacionales, así como impulsar un esfuerzo estratégico de divulgación ante los medios de comunicación de Estados Unidos centrado en el fin común de dar a conocer la unidad de propósito del pueblo puertorriqueño para poner fin a la Junta de Control y a la condición colonial.

Señalando que el liderato político no puede ceder a la resignación ni permanecer callado ante las faltas de respeto del Congreso, la rama ejecutiva federal y la Junta, el licenciado Berríos sugirió que de inmediato, como primer paso, los presidentes de los partidos principales designen representantes a un comité de trabajo que le dé el seguimiento necesario a esta propuesta – y las que pudieran sugerir los presidentes del PPD y PNP – incluyendo aquellas iniciativas que nos permitan recabar la colaboración de todos los que, aunque no sean simpatizantes de los partidos principales, coinciden con los dos objetivos fundamentales de la eliminación de la Junta y la puesta en marcha de un proceso descolonizador.

Declaraciones de Rubén Berríos Martínez Presidente del Partido Independentista Puertorriqueño.

A solicitud mía me he reunido hoy con el Gobernador Ricardo Rosselló como espero poder hacerlo próximamente con el Presidente del Partido Popular. He venido a transmitirle una propuesta de acción política concertada que permita que el liderato político de Puerto Rico, inicialmente los presidentes de los tres partidos históricos, podamos exigir del Presidente y el Congreso de los Estados Unidos que atienda nuestro reclamo colectivo de que se le ponga fin a la Junta de Supervisión Fiscal y de que se ponga en marcha un proceso descolonizador que culmine con que los puertorriqueños podamos escoger entre opciones de status no coloniales ni territoriales. El contenido y las condiciones precisas de cada alternativa deberá ser el fruto de un proceso de diálogo y negociación institucional entre los representantes proponentes de dichas alternativas, y el Congreso y la rama ejecutiva del gobierno de Estados Unidos.

Ponerle fin al abusivo intervencionismo de la Junta de Supervisión Fiscal y a la subyacente condición de subordinación colonial y territorial que lo hace posible tiene que ser el gran proyecto político colectivo que una a nuestro pueblo en el reclamo de sus derechos por encima de las discrepancias que nos separan tanto con relación al status político como con relación a las múltiples diferencias sobre cuales deben ser las políticas públicas que debe adoptar el gobierno de Puerto Rico para enfrentar sus problemas sociales y económicos.

La tragedia de impotencia y humillación colectiva que vivimos como pueblo – agravada por el azote del huracán María a un país ya arruinado y con una infraestructura abandonada – no puede llevarnos a la resignación ni a permanecer callados ante la realidad de la falta de respeto que han mostrado tanto el Congreso como la Rama Ejecutiva del Gobierno de Estados Unidos, y su más reciente instrumento de dominio colonial, la Junta de Supervisión Fiscal. Resulta inadmisible que ante el colapso estrepitoso del modelo económico, político y social que ha prevalecido en Puerto Rico, los Estados Unidos no acepte y reconozca sus obligaciones descolonizadoras, y que por el contrario, pretenda enfrentar el problema colonial con una dosis aún más potente de colonialismo crudo como lo es la Junta de Supervisión Fiscal.

Ahora no faltaba más que se pretenda que para que una colonia insolvente pueda aspirar a reestructurar su deuda tenga que tolerar la imposición de un organismo extranjero con poderes omnímodos.

Le he propuesto al Gobernador que el Plan de Acción Política concertada que he traído a su consideración deberá culminar con la celebración de una consulta electoral especial que le permita al pueblo puertorriqueño expresarse de manera clara y contundente exigiendo la eliminación de la Junta de Supervisión Fiscal y reclamando la puesta en marcha en el Congreso de un proceso descolonizador que culmine con una votación en Puerto Rico entre las alternativas no coloniales ni territoriales que los proponentes de las diversas fórmulas logren acordar con el Congreso luego del proceso de negociación correspondiente. El PIP hubiera preferido que ese mandato surgiera inicialmente de una Asamblea de Status pero ante la gravedad de la situación el liderato político del país que esté comprometido con esos dos objetivos fundamentales, el fin de la Junta de Control, y la puesta en marcha de un proceso descolonizador en el Congreso, no debe esperar más tiempo sino gestionar lo antes posible el mandato masivo de todo el país. En lo que se hace el montaje y los preparativos para esta Consulta, es menester que el liderato del país se tome tres iniciativas dramáticas a corto plazo que sienten las bases de nuestro reclamo colectivo.

En primer lugar debemos – a la brevedad posible - gestionar una reunión formal con el Presidente de los Estados Unidos en la cual podamos – juntos – con una sola voz exigir el fin de la Junta Fiscal y el fin del régimen colonial. Igual reunión deberá gestionarse con el liderato bipartidista del Senado y la Cámara de Representantes de Estados Unidos. En adición debemos aprovechar que el 18 de junio del corriente se reúne el Comité de Descolonización de ONU para examinar el caso de Puerto Rico para que el liderato político del país – juntos – comparezca con una sola voz a insistir y a informar sobre nuestro plan de acción concertado. Debemos explorar además la posibilidad de comparecer a otros foros internacionales.

Debemos por último diseñar juntos una campaña de divulgación ante los medios de comunicación de Estados Unidos que transmita a la opinión pública de ese país la unidad de propósito de nuestro pueblo para ponerle fin a la Junta de Control y a la condición colonial y territorial que lo hace posible incluyendo comparecencias conjuntas ante los principales medios. Se trata de una propuesta ambiciosa y repleta de retos y dificultades pero estoy convencido que la dignidad y el respeto propio de los puertorriqueños la hace indispensable y urgente.

Sugiero que de inmediato, como primer paso, los presidentes de los partidos principales designen representantes a un comité de trabajo que le dé el seguimiento necesario a esta propuesta – y las que pudieran sugerir los presidentes del PPD y PNP – incluyendo aquellas iniciativas que nos permitan recabar la colaboración de todos los que, aunque no sean simpatizantes de los partidos principales, coinciden con los dos objetivos fundamentales de la eliminación de la Junta y la puesta en marcha de un proceso descolonizador.