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A LEY DE UN AÑO

Por Denis Márquez
Secretario de Organización
Partido Independentista Puertorriqueño
Periódico   METRO 7/noviembre/2015

A un año de las elecciones, la campaña electoral promete ser de importantes contrastes. El elector puertorriqueño tendrá la oportunidad de decidir por quién vota ante el claro y crudo cuadro de hechos que vivimos. Por un lado, los partidos coloniales, Partido Nuevo Progresista y Partido Popular Democrático piden a los electores que una vez más se inmolen y vuelvan a votar por los principales responsables del descalabro social y económico. Por el otro, los electores podrán decidir sobre si continuar durante los próximos años alimentando y reforzando los problemas que nos aquejan u optar por la alternativa con las herramientas que nos encaminarán a comenzar a construir un nuevo país.

Primero, confrontamos un país quebrado en que el modelo colonial del ELA colapsó, en que la deuda pública tambalea el presupuesto del país, en que el trabajo de los empleados públicos pende de un hilo y que los servicios que el gobierno tiene la obligación y responsabilidad de brindar como parte del contrato social, cada día son cancelados. Segundo, a consecuencia enfrentamos que la crisis social es cada día mayor, que miles de familias emigran ante la ausencia de posibilidades, que los servicios de salud, particularmente para los pobres y ancianos brillan por su ausencia o se encarecen los que apenas existen. Los fondos para la Universidad pública están un una latente incertidumbre y la educación pública sufre los embates del clientelismo político, mientras nuestros niños y jóvenes carencen, además, de libros, materiales, servicios, unido a la condena permanente de malos salarios a los educadores.

Tercero, el problema colonial de Puerto Rico, requiere atenderse de forma urgente e imperativa pues la ausencia de poderes para llevar acciones económicas y políticas nos mantiene en el estancamiento que vivimos y promueve esta quiebra económica y social. El gobierno del Partido Popular, en su vocación permanente de inmovilismo político, le ruega al gobierno estadounidense que le resuelva los problemas que el maldito colonialismo lo provoca e impide solucionar. Al otro lado, en el Partido Nuevo Progresista, plantean que el espejismo de la estadidad es la solución cuando cada día son más las señales y mensajes de su imposibilidad. Es irrefutable que todos estos problemas tienen como responsables, gestores, multiplicadores a sus gobiernos, que, además teniendo décadas de oportunidad para hacerlo, nunca los han resuelto.

Serán ellos que, utilizando los fondos obtenidos del clientelismo político, invertirán en sus fanfarrias y campañas mediáticas echándose culpas unos a otros, pretendiendo que el elector les crea y les dé su apoyo incondicional perpetuando los ya comprobados males del bipartidismo.

Harina de otro costal es el Partido Independentista Puertorriqueño, que encabezado por su candidata a la gobernación María de Lourdes Santiago, promueve desde su campaña otro tono, el de las ideas claras y precisas, la campaña que se sostiene sobre un programa serio y real de gobierno que atiende todos los problemas que hemos señalado. Se trata de una campaña de contenido y soluciones concretas de los que nunca le han fallado al país, la campaña de la denuncia con propuestas creativas, realizables. Con más de mil candidatos y candidatas alrededor de todo la isla dispuestos a servir y a trabajar.

La oportunidad es histórica. Contrastar, hacer la diferencia, romper con la devastadora tradición de votar por los de siempre, abrir camino a la alternativa de los que siempre hemos cumplido, desde la legislatura, desde la calle, desde la solidaridad y la constancia. La oportunidad se avecina, y será responsabilidad de todos cambiar este presente por un futuro de nuevas posibilidades, de nuevos y proyectos y transformaciones.