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En tinieblas la AEE

Por: Denis Márquez Lebrón
Publicado en Periódico Metro
27 de noviembre 2015 

 

Una de las características de los colonizados es sentirse inferior, mirar cabizbajo y tratar de asemejarse a su colonizador. La historia de Puerto Rico no ha estado exenta de esas características. Las décadas de dependencia económica y social, de marginación y de una feroz transculturación han provocado que los gobiernos de Puerto Rico emulen a todo aquello que “en el norte realizan ‘’. Esto en menoscabo de la sociedad puertorriqueña. Ese sentido de absoluta dependencia, viene acompañada de una constante mala administración de las instituciones del gobierno, unido a la terrible politización que permea en todas las agencias de gobierno.

La Autoridad de Energía Eléctrica es un claro ejemplo de lo antes planteado. Durante años las diversas administraciones, tanto del gobierno del Partido Popular y del Partido Nuevo Progresista, han llevado a esa corporación a la grave situación financiera en que se encuentra. Realmente ha sido un crimen lo que estas administraciones le han hecho a una institución, que ha sido fundamental para el desarrollo económico del país y de servicio a decenas de miles de familias en todo Puerto Rico. La negligencia en la gestión de la alta gerencia, el utilizarla como balón político para nombramientos y de clientelismo político ha provocado su débil situación financiera y administrativa.

Todo parece indicar que el gobernador a su regreso de su fantasioso viaje a Europa, particularmente a Cataluña, a donde fue a hablar de una “autonomía” que no existe, en una nación que su lucha por la independencia es la orden del día, convocará a una sesión extraordinaria de la Legislatura, con el propósito de darle la última estocada a la AEE. Mirará para el norte, sumisamente querrá complacer a los grandes intereses y aprobar el proyecto del Senado 1513-o su versión de la Cámara, mientras le pagan una suma millonaria a una empresa extranjera con el propósito de lavarle la cara a la corporación de manera festinada.

Este proyecto de ley pretende eliminar a uno de los representantes de los consumidores en la Junta de Directores de la corporación, con el obvio propósito de tener menos fiscalizadores, pues a través de estos representantes en muchas ocasiones nos hemos enterado de diversos desmanes de sus directores o de propuestas que atentan contra los propios intereses de la entidad. Al igual que el proyecto de la Junta Fiscal del gobierno, a la nueva junta de directores podrían ser nombrados un grupo de extranjeros, sin ninguna vinculación social con el país, si no la que tengan con los grandes acreedores de la Autoridad, además de excluir la posibilidad de representantes de la clase trabajadora en la junta, por la prohibición que expresa el proyecto de que ningún candidato haya tenido contacto con los sindicatos de la corporación.

El proyecto le permite a la Junta de la Autoridad someterse voluntariamente a la jurisdicción de los Tribunales del estado de Nueva York, es sencillamente hacerle la vida más fácil a los “mogules financieros”. En un claro subterfugio la medida promueve la creación de alianzas públicas privadas, que no es otra cosa que la privatización de la operación de la generación de energía, en perjuicio de las aéreas fundamentales de operación de la Autoridad. Se establece un proceso acelerado para la revisión de tarifarias, con unos términos muchos más cortos, que incluso afecta el papel de la Comisión de Energía como ente regulador. De igual habrá que examinar con mucha preocupación la nueva estructura que se crea llamada Corporación de Revitalización, ante las posibilidades que con sus funciones tengamos como efecto neto el aumento de tarifas.

Una vez más, la improvisación del gobierno, su síndrome del colonizado que funciona a base de lo que desde el norte le imponen, un gobierno que no exige al igual que los anteriores que han claudicado ante los “grandes”, llevarán desgraciadamente a una fundamental corporación publica a las tinieblas. El Partido Independentista Puertorriqueño, desde la legislatura, desde la denuncia, desde la calle, estaremos como siempre al lado y en apoyo de la protección y defensa de este patrimonio nacional.