LAS GRÍNGOLAS DE SIEMPRE
Por Denis Márquez
Publicado en Periodico Metro
23 de octubre 2015
Cada día la situación económica y fiscal del gobierno de Puerto Rico empeora. El gobierno anuncia lo que todo el mundo sabía: se han quedado sin dinero para el pago de sus obligaciones. Peor aún no pueden cumplir con su obligación fundamental en una sociedad, brindar los diversos servicios necesarios para la convivencia y desarrollo social. Es, en palabras sencillas, un desastre total que desgraciadamente nos perjudica a todos. Pero en particular esta situación afecta a los trabajadores que tratan de sobrevivir con salarios ínfimos, las miles de jefas de familias que dependen de un solo sueldo, los que deben recibir servicios de salud del gobierno, las miles de personas, que ante los exorbitantes costos de los medicamentos y tratamientos sus vidas penden de un hilo; las decenas de miles de estudiantes de educación especial que sus madres y padres luchan diariamente para que reciban servicios y a las miles de familias que están a punto de perder sus hogares en procesos de ejecución de hipotecas.
Los acontecimientos de los últimos días describen diáfanamente lo insostenible del problema colonial. El proyecto de ley del gobierno para la creación de una Junta de Control Fiscal, el Plan del Tesoro Federal y la participación de dos líderes coloniales ante el Senado de los Estados Unidos son los más claros ejemplos de una patética mentalidad de subordinación política y de unas gríngolas bien puestas que no le permiten ni por un momento plantearse alternativas descolonizadoras y de desarrollo económico que sirvan de punto de partida para la reconstrucción de nuestra nación.
La propuesta legislativa para crear una Junta de Control, diseñada para que extranjeros la compongan, en la cual sus miembros estén exentos de la aplicación las leyes de contabilidad del gobierno, de ética y de fiscalización, que sus poderes vayan por encima de los funcionarios y la agencias del gobierno de Puerto Rico, que tengan el poder de controlar el presupuesto del país , y que sea casi imposible removernos de sus puestos, sólo demuestra una cosa: la ausencia de un mínimo de columna vertebral y de respeto a sí mismos por parte del gobierno del país. Ello tiene el agravante de que diversos miembros de la asamblea legislativa estén dispuestos a renunciar a sus prerrogativas legislativas para entregárselos a unos representantes de los grandes intereses, que al fin al cabo serán los que compondrán la junta; si en efecto la mayoría de la asamblea legislativa, en un próximo acto de entrega, aprueba el proyecto.
De igual forma, el plan propuesto por la administración Obama tampoco reconoce el problema de fondo de Puerto Rico: que la condición colonial del país con su ausencia de poderes y el colapso del ELA son los grandes impedimentos para iniciar un proceso de recuperación económica. Además, dicho plan depende de la aprobación de una mayoría republicana que no tiene el más mínimo interés de darle respiración artificial a la colonia. Para completar el cuadro, este plan propone una junta federal, que es traer de vuelta a la isla a los Hunt, Post, Yager, primeros gobernadores impuestos a Puerto Rico por el Presidente de los Estados Unidos bajo la ley Foraker, quienes como señaló nuestro candidato al senado, Juan Dalmau, "sus poderes eran plenipotenciarios".
El gobernador, para completar la obra de arte colonial, en su comparecencia al Senado de Estados Unidos, no utilizó ni un segundo para exigirle al gobierno de EE.UU su responsabilidad ante la situación de subordinación política. Así también del otro lado de la moneda colonial, se siguen pidiendo más fondos federales como si fuesen maná caído del cielo.
Nosotros seguimos con los verdaderos ganadores del país, los que salen todos los días a trabajar en contra de las adversidades económicas y sociales, con los miles de estudiantes universitarios que se preparan con la esperanza como norte, con nuestra gente de la diáspora que son y serán parte de este país, con los que creen en una verdadera reforma contributiva integral , con los que sabemos que seguimos siendo ganadores pues creemos en la descolonización, la justicia social y la libertad para Puerto Rico.